Es interesante resaltar que en esto de regular la contaminación por olores, los políticos en España están de acuerdo. Así por ejemplo en el programa del Partido Popular de Valencia se cita que “Para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, y mejorar nuestro territorio como activo global a la hora de atraer empleo e inversión, se debe de hacer hincapié en las condiciones ambientales del entorno más próximo al ciudadano. Así, son metas prioritarias de la política del Partido Popular la mejora de la calidad del aire, la lucha contra el ruido y otras formas de contaminación ..”
Pero lo más interesante es que entre las propuestas electorales, la número 165 cita la “Aprobación de un Decreto sobre contaminación odorífera (por malos olores) y desarrollo de un Plan de Actuación al respecto”.
Por otro lado, el Partido Socialista Obrero Español, en su programa electoral para las elecciones en el 2007 en la ciudad de Madrid se cita que “Reduciremos los malos olores procedentes de los vertederos y de las plantas de tratamiento de residuos de Valdemingómez, mediante un programa de lucha contra la contaminación odorífera en la zona…”.
Asimismo, al otro lado del atlántico en Chile se han presentado propuestas políticas de regulación de la Contaminación por Olores.
No importa el color político de las personas que componen un partido para utilizar la “Contaminación por olores” como un medio para obtener votos, pues a la hora de la verdad, no hay voluntad política para la regulación de este tipo de contaminación, como ya se hizo con la contaminación acústica. Al fin y al cabo, son dos formas equivalentes de molestia a las personas y de intrusión en la intimidad personal .